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Siete lecciones sobre la crisis del virus del Ébola

Siete lecciones sobre la crisis del virus del Ébola

La infección de Teresa Romero ha evidenciado la importancia de la formación y la prevención de riesgos en el trabajo, así como el alcance de los recortes sanitarios.

En el plano político ha demostrado que la coordinación entre administraciones es necesaria y que el mejor antídoto ante el caos es la transparencia.

Elena Herrera

Actualizada 12/10/2014 a las 20:23

Ha pasado una semana desde que se confirmó que había resultado infectada por ébola una de las técnicas de enfermería que trató al religioso repatriado desde Sierra Leona Manuel García Viejo. Teresa Romero sigue aislada en el Hospital Carlos III de Madrid intentando luchar contra un virus que en África ha acabado con la vida de más de 4.000 personas. Su caso, marcado por los errores y la falta de transparencia, deja todavía muchos interrogantes abiertos. Entre ellos, saber cuándo fue el momento exacto de la infección, por qué no hubo más control sobre los profesionales que habían estado en contacto con pacientes con el virus o por qué en un primer momento se trasladó a Teresa a un centro no preparado para tal eventualidad, el Hospital de Alcorcón.

Pero el primer caso de contagio del virus del Ébola fuera de África –este domingo se confirmó que un sanitario de EEUU está contagiado– también deja algunas certezas y enseñanzas. Ha puesto sobre la mesa la necesidad de tomarse en serio la formación de los trabajadores ante situaciones de riesgo y de elaborar protocolos de actuación rigurosos. Ha evidenciado el alcance de los recortes sanitarios y las consecuencias de decisiones políticas como la de acabar con el único hospital referente en infecciosos de toda la Comunidad de Madrid. También ha demostrado cómo la coordinación entre administraciones es necesaria para enfrentar crisis de este tipo y que el mejor antídoto ante el caos, los bulos y las informaciones sin contrastar es la transparencia.

01. protocolos públicos

Una de las cuestiones más criticadas desde que, ya el pasado abril, se detectaran en España dos casos sospechosos de ébola que resultaron negativos, ha sido la ausencia de protocolos de actuación públicos y transparentes en los centros sanitarios. Estas reivindicaciones ganaron más peso en agosto, cuando el Gobierno decidió repatriar desde Liberia al misionero Miguel Pajares, que finalmente murió a causa del virus. Responsables sindicales y de colectivos profesionales de La Paz –son profesionales de este hospital los que atienden a los contagiados en el Carlos III– aseguran que el plan de actuación ante posibles casos sólo está disponible en la intranet del hospital para los todos trabajadores desde el pasado martes 7 de octubre. Antes sólo habían tenido acceso a él por cauces “extraoficiales”. De hecho, tres escritos de enfermeros de los servicios de Urgencias y Cuidados Intensivos presentados al consejero de Sanidad y a la gerencia de su centro sanitario en los meses de abril, julio y agosto ya reclamaban tener acceso a esos protocolos. “Creemos que los responsables de gestionar esta crisis han minimizado el riesgo y han jugado a que el ébola no iba a llegar”, puede leerse en uno de esos documentos, fechado el 7 de agosto, un día después del traslado a España de Pajares.

Por otro lado, los profesionales sanitarios denunciaron que el plan de actuación de La Paz en el que se basaron para tratar a Pajares y López Viejo –ahora reformado– tenía demasiados puntos flacos. No incluía directrices específicas sobre el trabajo de los técnicos de enfermería (son los que tienen un contacto más directo con las secreciones del paciente o con otros elementos como orina, heces o vómitos), tampoco contenía información específica sobre qué precauciones tener a la hora de practicar procedimientos o cuidados médicos o enfermeros a un paciente con ébola o sobre cómo actuar una vez que la persona infectada ha fallecido, que es uno de los momentos más críticos desde el punto de vista de los posibles contagios.

Este jueves, cuatro días después de que se confirmara que Teresa había resultado infectada y ante una escalada de críticas de los colectivos médicos y enfermeros, el Ministerio de Sanidad decidió modificar los protocolos de actuación ante posibles contagios. Fue la primera ocasión desde el inicio de la crisis en la que, aunque de forma tácita, el departamento de Ana Mato dio a entender que algo no se había hecho bien hasta el momento. Desde entonces se cataloga como “personal de riesgo” a cualquier profesional sanitario que entre en contacto con un paciente infectado, lo que obliga a la Administración a establecer un “contacto diario y continuo” a través de una llamada “directa” de teléfono para ver su evolución. Antes de esta modificación los profesionales no estaban sometidos a control y sólo debían dar información si tenían algún tipo de síntoma.

02. la Importancia de la formación

La infección de Teresa también ha puesto sobre la mesa el debate de la seguridad de los trabajadores y la falta de previsión. En diferentes textos enviados a la gerencia del Hospital de La Paz y al consejero Rodríguez, los trabajadores han puesto por escrito en los últimos meses la falta de formación sobre cómo atender a posibles casos de ébola. En una comunicación del 7 de agosto –un día después de que aterrizara en Madrid el religioso Miguel Pajares– el personal de enfermería se quejaba de que no conocía cómo manejar los trajes que tendría que utilizar a la hora de tratar al paciente y que ni los habían visto ni habían podido hacer simulacros con ellos. También recordaban que, según el artículo 17 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario debe proporcionar los equipos y “velar por el uso efectivo de los mismos”.

Las quejas sobre la seguridad han sido generalizadas entre los sanitarios. El personal del Carlos III ha criticado que los trajes que usaron para atender a los religiosos eran dos niveles inferiores a los que se consideran más seguros, los de tipo 4, con respiración autónoma. No obstante, el protocolo del hospital –al que tuvo acceso infoLibre– no especifica qué tipo de traje protección es el óptimo.

Sobre el asunto de la falta de previsión estos últimos días tanto en el PP como en el Gobierno algunos dirigentes han venido haciendo autocrítica en privado. Estas voces señalan que fue un error no empezar a preparar el terreno en agosto, cuando se produjo el traslado de Pajares. Mantienen que hubiera sido bueno establecer unas rutinas y unos protocolos más estrictos. Haber empezado ya en esos momentos con el comité especial que comenzó a dar sus primeros pasos este mismo viernes con una reunión a las siete de la tarde.

03. Dotación de medios

En el centro de la polémica de estos días ha estado la carencia de medios para atender al ébola. Sobre este punto pusieron el acento inspectores del Centro Europeo para la prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) que, tras visitar desde el pasado jueves 9 de octubre las instalaciones del Hospital Carlos III, concluyeron que su infraestructura actual “no está diseñada para cubrir este tipo de emergencias”. Esta constatación, hecha por expertos de la agencia europea sobre enfermedades infecciosas –que creen, no obstante, que las actuaciones “que se han llevado a cabo y continúan realizándose tienden a mejorar” las instalaciones–, vienen a refrendar las quejas del personal sanitario, que venía denunciando en los últimos meses la carencia de recursos para atender a posibles casos de ébola. De hecho, cuando comenzó el proceso de integración con La Paz, en el Carlos III se cerraron la UCI, los laboratorios de microbiología, el servicio de anatomía patológica o el banco de sangre, tal y como se describe en una notificación enviada al juzgado por profesionales de enfermería que, sin embargo, fue archivada.

Sobre las instalaciones, profesionales sanitarios han asegurado infoLibre que las esclusas (las habitaciones puente que dan acceso a las estancias de aislamiento donde están los pacientes infectados y en la que los profesionales se desprenden de los trajes y el material infectado) son tan pequeñas que sólo cabe una persona y que no hay en ellas el espacio suficiente para deshacerse del traje “con comodidad”. “Es un sitio pequeño, incómodo para hacer una labor que es crítica y que puede durar hasta cuarenta minutos. De hecho, los compañeros que indican cómo se retira el traje tienen que permanecer fuera de la estancia y observar el proceso a través de una ventana tipo ojo de buey. Llegaron incluso a instalarse unos espejos para que la visualización de esta persona fuera mejor”, detallaba un médico. Este domingo en rueda de prensa, el coordinador del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad reconoció que las esclusas “parecían un poco pequeñas”.

Por otro lado, la infección de Teresa ha puesto encima de la mesa el debate sobre si fue una buena decisión convertir el Carlos III, un centro especializado en pandemias y enfermedades infecciosas y emergentes, en un hospital de media y larga estancia, un proceso muy criticado por los profesionales sanitarios y que sólo la llegada del virus ha logrado paralizar de forma momentánea, pues Ignacio González dijo el pasado agosto –después de este centro recibiera al primero de los misioneros fallecidos– que seguía adelante con sus planes. El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó el pasado jueves 9 de octubre la formalización del contrato de las obras para remodelar las plantas tercera, cuarta, quinta y sexta de ese hospital por un valor de 1,2 millones de euros. El jefe del Ejecutivo regional ya advirtió el pasado verano de que su Gobierno “no” tenía “problema” en ceder el Hospital Carlos III como centro de referencia nacional para enfermedades contagiosas como el ébola, siempre y cuando sea “ordenado, pagado y conveniado por el Estado y objeto de financiación por parte del Estado”. Este viernes, preguntada sobre este asunto, la vicepresidenta dejó abierta la posibilidad.

Asimismo, tal y como desveló infoLibre, el Gobierno de Esperanza Aguirre desmanteló en abril de 2008 dos organismos clave para el control de crisis como la del ébola. La Consejería de Sanidad aprobó entonces una nueva estructura que se llevó por delante a la Dirección General de Salud Pública, que tenía entre sus funciones estaba la del control de las epidemias. Los médicos ya denunciaron en su momento el grave error que suponía eliminar organismos que había desempeñado un papel clave en crisis como la de las vacas locas. Desde la Consejería destacan que desaparecieron estos entes pero no sus funciones.

04. Un gabinete de crisis a tiempo

En cuanto se conoció que la técnica de enfermería Teresa Romero había resultado infectada cargos del Ministerio de Sanidad, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y responsables médicos de La Paz-Carlos III se reunieron en un gabinete de crisis. Sin embargo, la actividad de este órgano fue muy cuestionada por su escasa transparencia. La ministra Mato compareció el lunes en una rueda de presa en la que apenas intervino y dejó que fueran otros cargos autonómicos o ministeriales los que llevaran las riendas de una convocatoria que dejó muchas preguntas sobre la mesa y no contribuyó en absoluto a generar una sensación de tranquilidad y de que el Ejecutivo tenía las cosas bajo control, tal y como admitieron después dirigentes del PP y del Gobierno. Desde entonces nada más se supo del trabajo de ese gabinete porque no elaboró ningún documento oficial del que se diera traslado a la ciudadanía.

El viernes 10 de octubre, cinco días después de que se confirmara que una trabajadora había resultado infectada, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría informó de que ella misma asumiría la gestión de la crisis a través de la creación de un comité especial en el que están implicados varios ministerios. Este comité se reúne una vez al día. La primera información oficial que difundió fue en la noche del viernes. La decisión de crear este comité se produjo después de cinco días de evidente descoordinación entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. Aunque se interpretró como una forma de desautorizarla, la ministra Mato, en la misma tarde del viernes, declaró su “satisfacción” por la puesta en marcha de un grupo de seguimiento que, a su juicio, es una forma de “institucionalizar la coordinación que ya existía”, algo que considera “un gran acierto”. A pesar de las críticas no reconoció equivocación alguna e insistió en que en los últimos días desde el Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid y las comunidades autónomas se había trabajado “con la máxima responsabilidad, transparencia, coordinación y colaboración”.

05. Colaboración entre administraciones

El hecho de que el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández, no estuviera en la rueda de prensa del lunes –mandó a dar la cara a sus técnicos– ya evidenció las tiranteces entre la Administración central y regional. Ese gesto no sentó nada bien en el ministerio. La realidad es que durante toda la semana se ha evidenciado una falta de coordinación entre ambas administraciones. Las dos han intentado sacudirse el bulto remitiendo la una a la otra, lo que ha provocado finalmente que cayera una losa de opacidad sobre muchos asuntos.

La coordinación tampoco parecía muy engrasada con el Gobierno, que tardó cinco días en tomar las riendas de esta crisis. La primera vez que el presidente Rajoy habló sobre este tema fue el miércoles por la mañana en el Congreso, donde hizo una llamada a la calma. Esa misma tarde habló de nuevo para presumir de que sus colegas europeos –con los que se había reunido en una cumbre sobre el empleo– le habían felicitado y comentado que las cosas se estaban “haciendo muy bien” en España en relación a la crisis del ébola. Este viernes visitó junto al presidente madrileño, Ignacio González, el Hospital Carlos III, donde fue recibido por trabajadores que le lanzaron guantes de látex.

06. dar información

La gestión de la comunicación se considera unos de los principales fracasos estas crisis. Así lo denuncian colectivos sanitarios, organizaciones sindicales del sector y partidos de la oposición. También lo han reconocido, aunque en privado, cargos del PP y del Gobierno. No obstante, relegar a Ana Mato de la gestión de la crisis es la constatación de que algo no se estaba haciendo bien. En la rueda de prensa del lunes ni la ministra ni el resto de cargos políticos o profesionales médicos que la acompañaron contribuyeron a dar sensación de tranquilidad. Desde Milán, donde se reunión con sus colegas europeos en una cumbre sobre empleo, Mariano Rajoy dijo que el Ejecutivo daría una rueda de prensa o emitiría comunicados sobre la evolución de la situación cada vez que fuera “necesario”.

Sin embargo hasta este viernes, cuando el grupo especial liderado por la vicepresidenta del Gobierno tuvo su primera reunión y emitió una rueda de prensa, apenas se había difundido información de manera oficial. De hecho, el primer comunicado sobre el número de personas bajo vigilancia y su estado se difundió en la noche del viernes, cinco días después de que se informara de que Teresa había resultado contagiada. Este domingo, en un gesto acertado, el Ejecutivo puso al frente de la comunicación a Fernando Simón, el coordinador del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad. Esta carencia de cauces oficiales e interlocutores claros ha provocado que los periodistas acabaran acudiendo a fuentes sanitarias o sindicales e uniendo datos con las escasas declaraciones políticas.

Pero el trabajo de los informadores también ha sido criticado por llevar a cabo prácticas poco acordes con la deontología profesional. En sus ediciones en papel, tres periódicos de tirada nacional (El Mundo, ABC y La Razón) llevaban en portada este domingo 12 de octubre una fotografía de Teresa en su habitación realizada desde la calle. Público, El País o El Periódico de Catalunya también las difundieron en sus páginas web en la tarde del sábado, aunque estos dos últimos las retiraron ante las quejas de los lectores. La publicación de esta imagen, difundida por la agencia Reuters, generó cierta indignación en las redes sociales, donde se reprochó a estos medios la nula relevancia informativa de esa fotografía y que hubieran vulnerado el derecho a la intimidad de la paciente.

Por otro lado, la página web de la cadena Cope publicó a última hora de la tarde del jueves una noticia en que daba cuenta del fallecimiento de Teresa Romero. Poco después retiró la información y negó haberla publicado, pero el enlace sí existía aunque nunca se llegase a colocar en la portada de la web. Los diarios del grupo Vocento, entre los que están ABC o El Correo, difundieron en la noche del jueves la noticia de que la técnica de enfermería sería incinerada sin autopsia.

07. no criminalizar a la víctima


El miércoles 8 de octubre, tras casi 48 horas de especulaciones sobre qué pudo ocurrir para que Teresa Romero resultara infectada por el virus del Ébola, la propia afectada entró en acción. En varias entrevistas concedidas a periódicos y televisiones dejó caer que el fallo pudo estar en el momento de quitarse el traje de protección, si bien no aseguró en ningún momento tener la certeza de que había ocurrido así. Germán Ramírez, el jefe de Medicina Interna del Hospital La Paz, dijo ese mismo día ante los medios que la técnica sanitaria le había reconocido hasta en tres ocasiones que pudo tocarse la cara con uno de los guantes al retirarse una parte del traje de protección. Aunque la profesional, que está aislada en el Hospital Carlos III no confirmó en ningún momento que esta información fuera correcta, la Administración regional se lanzó a cargar las tintas contra ella.

Y entró en acción el consejero de Sanidad madrileño, Javier Rodríguez, quien se abonó a la excusa del error humando para sacudirse responsabilidades. Pero fue demasiado lejos. Llegó incluso a llamar mentirosa a la paciente –”pudo haber estado mintiendo sobre su fiebre”, aseveró–. Frente a las quejas de los sanitarios sobre sus trajes, que “no hace falta un máster” para aprender a ponérselos y quitárselos. A pesar de que lleva tres décadas en cargos públicos en cargos públicos, preguntado sobre si había sopesado la posibilidad de admitir responsabilidades políticas y dimitir por este asunto, dijo que no se lo planteaba, pero no tendría problema en hacerlo porque él es médico de profesión y por eso tiene “la vida resuelta”. “Yo llegué a la política comido”, aseguró.

La campaña de criminalización del responsable autonómico fue secundada por la derecha mediática. El diario ABC llevó a su portada del jueves 9 de octubre unas supuestas declaraciones de la técnica de enfermería en las que afirmaba “No le conté a mi doctora que estuve en contacto con el ébola”. Y también por algunos canales de televisión como Telemadrid. La cadena pública madrileña, en su informativo de mediodía del jueves, abundó en la tesis sostenida por el consejero. “No avisó del posible contagio, no se identificó, siguió su vida normal sospechando estar infectada . Recordemos que posteriormente se fue incluso a la peluquería a depilarse. Pero en casa sí que se lo advirtió a su marido y ahí sí que tomo medidas preventivas. Y no comunicó la fiebre alta cuando sabe que este es un síntoma importante para detectar el ébola. Este cúmulo de incógnitas retrasaron de manera definitiva la detección de la enfermedad y la aplicación del tratamiento”, narró uno de sus profesionales según recoge la página web SalvemosTelemadrid.

Un capítulo aparte merece la televisión pública de Castilla-La Mancha, que primero obvió la información –su director, Nacho Villa, ordenó el lunes no dar noticia alguna hasta que compareciese Mato– y después frivolizó con la tragedia de Teresa Romero. La presentadora del programa No nos moverán, Yolanda Guirado, inició la emisión del miércoles con una parodia de muy mal gusto sobre el contagio sufrido por la técnica de enfermería ataviada con guantes de látex.

http://www.infolibre.es/noticias/politica/2014/10/13/lecciones_crisis_del_ebola_22580_1012.html

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ÉBOLALos tres grandes errores del protocolo que se aplicó en el Hospital Carlos III

Profesionales sanitarios denuncian los puntos flacos que tenía el plan de actuación en el que se basaron para tratar a los religiosos contagiados por ébola.

Consideran que tenía “demasiada información estándar” y poca concreción sobre cómo atender sin correr peligro a pacientes afectados por el virus.

…….Ahora, en comunicación con infoLibre, algunos de esos profesionales sanitarios denuncian carencias en el procedimiento de actuación que les marcó el hospital en el que trabajan, La Paz, para hacer frente a casos sospechosos o confirmados de contagio por el virus. Hay que recordar que los profesionales que atienden en el Carlos III a contagiados por esta enfermedad proceden de los servicios de Urgencias y Cuidados Intensivos de La Paz, pues al estar en proceso de transformación a un centro de media y larga estancia el Carlos III carece de determinadas servicios.

Info libre ; http://www.infolibre.es/noticias/politica/2014/10/11/los_tres_grandes_errores_que_ven_los_sanitarios_paz_protocolo_contra_ebola_22537_1012.html

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CARTA DE UN ENFERMERO II. ¿Y AHORA QUÉ?.

Lo primero es expresar mi preocupación por la salud de esta compañera contagiada y desear su recuperación lo antes posible.

Con la llegada a España del primer paciente afectado de virus Ebola me decidí a escribir una carta donde reflejaba mi preocupación por cómo se estaba llevando a cabo. Preocupación por las irregularidades sobre todo a nivel profesional con el personal que era enviado a atender a este paciente. Irregularidades que continuaban existiendo al llegar a España el segundo paciente, y que por desgracia a día de hoy una compañera nuestra esta sufriendo en primera persona.

Estamos hablando de que el personal de enfermería (auxiliares y enfermeras) que tratan directamente con este tipo de pacientes no ha sido debidamente formado ni adiestrado, y por tanto NO esta CAPACITADO. (Conducir un vehículo y permiso de conducir tiene casi todo el mundo, pero… ¿Cuantos están CAPACITADOS para conducir un Formula 1?)

Mi pregunta es: ¿Una charla formativa de menos de una hora sobre como debes ponerte el traje de protección (minutos antes de entrar a la habitación del paciente en algunos casos) me capacitan para conducir un Formula 1?

A día de hoy, seguimos sin tener acceso a los protocolos de las medidas de protección personal. No se han hecho simulacros, y no tenemos protocolos específicos de trabajo con este tipo de pacientes. Y NADIE ME PUEDE DECIR LO CONTRARIO por que lo tenemos denunciado ante la dirección del hospital, la inspección de trabajo y medios de comunicación.

Los trajes de protección personal son de Nivel II, cuando el CDC de Atlanta establece trajes de protección Nivel IV autoventilados. El personal enviado no es voluntario. Llevamos pidiendo desde el principio, allá por el mes de Abril la creación de un grupo especializado con personal debidamente capacitado y exclusivo para este tipo de contingencias.

El seguimiento del personal que ha estado expuesto se limita a que haga vida normal y se tome la temperatura dos veces al día. En caso de notar alguna sintomatología acudir a su centro de referencia. Esto es un sinsentido por:

1.Llevar vida normal implica que estas en contacto con otros, tu familia, tus otros pacientes, (recordar que somos sanitarios y hoy tratas al ebola y mañana a un paciente inmunodeprimido por ejemplo).

2.¿Resulta tan caro realizar controles analíticos periódicos durante el periodo de cuarentena? Si hablamos de 21 días… que menos que una analítica a la semana para descartar o una visita semanal con los médicos de salud laboral del centro de trabajo.

3.Si tienes sintomatología lo mejor seria centralizar la atención en un solo punto porque si no tenemos el caso del Hospital de Alcorcon donde aumentamos el riesgo de exposición de otros.

Pero claro todo esto es a mi nivel, al nivel del ultimo peldaño en el escalón de la atención sanitaria. Habría que preguntarse si la sanidad española estaba preparada y CAPACITADA para asumir la decisión de haber traído al virus ebola en avión. Es decir; desde que se desmanteló el hospital Carlos III se nos dejo sin la infraestructura y sin personal suficiente para atender estas contingencias. Y una vez que se decide traer al primer paciente todo han sido prisas por salvar la imagen. Rehabilitando un hospital en proceso de transformación y enviando personal sin formación. ¿Esto no suena a actitud negligente?

Pero ojo! La negligencia no es de nuestra compañera que ha sufrido el contagio. QUE A NADIE SE LE OCURRA INSINUARLO por que no vamos a permitirlo. (Ya circulan por internet comentarios de este tipo).

La negligencia esta cuando en abril se da la alerta sanitaria y no se hace nada. Está cuando traen al primer paciente y todo se improvisa. Está cuando llega el segundo paciente a España y se sigue sin hacer nada BIEN por parte de los que deben hacerlo.

¿Y ahora que?

Pues ahora mas prisas, improvisar, nervios por aquí y por allá, más alarma, dos compañeras mas hospitalizadas a la espera de sus resultados….

Y a los que de verdad entramos y damos la cara con el paciente no se nos informa, hermetismo, medias verdades, y los PROTOCOLOS que dicen que tienen NO APARECEN.

España ya tiene su “marca”. Somos el primer país donde se da un contagio fuera del continente africano.

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AHORA VAS Y LOS VOTAS….

NOTA DE PRENSA DE LA COORDINADORA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA DEL ÁREA 4

La Coordinadora en Defensa de la Sanidad Pública del Área 4 es un organismo de los muchos que componen la Marea Blanca y está formada por trabajadoras y trabajadores del Hospital Ramón y Cajal y sus Centros de especialidades (S. Blas y Emigrantes), por profesionales de Atención Primaria y Salud Mental y por vecinas y vecinos (asociaciones de vecinos,
15M…) de los barrios de Hortaleza, Ciudad Lineal, La Elipa, San Blas, Canillejas y Barajas.

La preocupación por la política de desmantelamiento que la Consejería está desarrollando contra el Hospital y Cajal y sus Centros de Especialidades, ha llevado a esta Coordinadora a desarrollar una campaña para tratar de Salvar dicho Hospital.

El primer paso de la campaña consistirá en informar a la población afectada. El comunicado que sigue es el primer eslabón de esta fase de información que se irá completando con charlas y reuniones en los barrios. Las medidas que se tomen serán las que las vecinas y los vecinos democráticamente vayan decidiendo tras conocer la agresión de la que está siendo víctima nuestro Hospital.

Madrid, 25 de septiembre de 2014

SALVEMOS EL RAMON Y CAJAL

LA CONSEJERÍA DE SANIDAD LO ESTÁ DESMANTELANDO

1. HAN ELIMINADO 250 CAMAS EN 4 AÑOS. De 1146 que había en 2010 a 900 que según la Dirección hay en la actualidad. Con las obras, fusiones y reestructuraciones actuales van a seguir cerrando más.

2. HAN CONCENTRADO TRES UVIS POSQUIRURGICAS (Cardiología, Neurología y Cirugía General) EN UNA, DISMINUYENDO 6 CAMAS Y SEPARADOLAS DE LOS QUIROFANOS.

3.HAN CERRADO LA PLANTA DE HOSPITALIZACIÓN DE ENDOCRINOLOGÍA.

4.HAN REDUCIDO LA PLANTILLA EN 600TRABAJADORES EN LOS ULTIMOS 5 AÑOS.

5.PROYECTAN ELIMINAR 14 QUIROFANOS EN LOS PRÓXIMOS MESES: DE 46 a 32.

6.SE HA DETERIORADO LA LIMPIEZA DEL HOSPITAL DESDE QUE ENTRÓ CLECE (Contrata de Florentino Pérez).

7.SE HA DETERIORADO EL SERVICIO DE LENCERIA (Ropa de cama, uniformes, etc.) DESDE QUE FLISA-ONCE SE HIZO CARGO DE LA LAVANDERÍA CENTRAL DE MEJORADA.

8.HAN CONVERTIDO EL HOSPITAL EN UNA OBRA. La atención sanitaria está afectada por los múltiples espacios y vías inutilizadas Y SE GASTARÁ UN DINERAL (No se dice cuánto costará ni de dónde se detraerá).

9.VAN A LLEVARSE VARIOS SERVICIOS DEL HOSPITAL (Almacenes, Personal, Contabilidad…) A UNA NAVE INDUSTRIAL. Se habla de que el alquiler costará 144.000 € anuales, se va a empeorar el servicio prestado y separadas esta unidades del hospital será más fácil su privatización.

10.SIGUEN DERIVANDO PACIENTES A CLINICAS PRIVADAS Y CON LA REDUCCIÓN DE MEDIOS DEL HOSPITAL ESTAS DERIVACIONES IRAN EN AUMENTO.

Si quieres evitar el desmantelamiento del Hospital Ramón y Cajal y que se enriquezcan con nuestra salud y nuestro dinero, empieza por enviar un nota de protesta al Consejero de Sanidad al siguiente correo:

consejero.sanidad@salud.madrid.org

COORDINADORA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA ÁREA-4

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Mi casa, mis ahorros, mi futuro, mi salud, mi enfermedad y ahora….mi identidad.

“Ella había recibido al llamada desde una centralita diciendo que llamaban de parte de su médico, que había visto las ecografías que tenía pendientes con mucha espera y que las estaba derivando a ese centro. Yo nunca he utilizado mi nombre y la relación de mis pacientes para aconsejarles que fueran a ese tipo de clínica”, explica una médica del hospital de Fuenlabrada.

“Incluso les fletan un autobús para trasladarles del hospital a la propia clínica”. En varios casos, los trabajadores de Los Madroños hablan en nombre de los médicos, dicen que su doctor, el que encarga la prueba diagnóstica, “recomienda” que acudan a Brunete porque es “la mejor opción”.

http://www.cadenaser.com/local/articulo/hospital-publico-fuenlabrada-filtra-datos-pacientes-centro-privado/csrcsrpor/20140811csrcsrloc_4/Tes

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CARTA DE UN ENFERMERO. EXISTE UN RIESGO MAYOR QUE EL ÉBOLA Y ESTÁ TRAS EL CRISTAL.

Soy un enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Paz. El motivo de dirigirme a Ud. Es poner en conocimiento de la opinión pública los hechos que han ocurrido recientemente en relación con la “Crisis del virus Ebola”. No quiero con ello crear alarma social, pero si narrar lo que está siendo una realidad en el día a día desde hace unos meses del personal de enfermería de dicha UCI entre los que me incluyo.

Desde que se nombró al hospital La Paz como centro de referencia para el diagnóstico y tratamiento de dicha infección, en Abril 2014, el personal ha estado poniendo de manifiesto su disconfor con tal medida y con las irregularidades que han estado cometiendo la dirección de enfermería de dicho hospital en su conjunto. (Ver archivo adjunto Notificación Juez).

Estas Irregularidades por resumir, se centran en que:

• El hospital no tiene la infraestructura adecuada para ingresar a pacientes afectados con este tipo de enfermedad (las famosas habitaciones de aislamiento de con presión negativa).

• Los protocolos originales del Ministerio de Sanidad fueron modificados a gusto para poder adaptarse a las carencias que tenía el hospital: Si no tenemos “presión negativa” decimos que “como no está demostrada la trasmisión aérea no es necesario tal medida”.

• Los protocolos generales de actuación (modificados o no) NO fueron entregados al personal para su conocimiento, ni tampoco fueron expuestos en las varias reuniones con la dirección de enfermería.

• Como Unidad de cuidados Intensivos exigíamos la realización de protocolos específicos de UCI (A día de hoy siguen sin existir o por lo menos al personal no han llegado)

• El personal exige la realización de cursos formativos y de capacitación para trabajar en situaciones como esta.

• El servicio de Medicina Preventiva del hospital imparte dos charlas informativas (45 minutos) de como son los equipos de protección personal necesarios. En aquellas charlas y por la inexperiencia del mismo personal que las impartía, los trajes se rasgaban, sustituían las calzas por bolsas de plástico, no existían escafandras completas y venían a decir poco más o menos que había que hacer un apaño para cubrirse la cara con cinta de carrocero.

Sin ser resuelto ninguno de estos temas por la Dirección del hospital, va pasando el tiempo y se comunica al personal que será el Hospital de la defensa “Gómez Ulla” quien asumirá estas emergencias pero como está en proceso de reforma para crear unas instalaciones adecuadas, hasta el mes de Octubre seguiremos siendo hospital de referencia.

Así, sin hacer nadie nada nos presentamos en la noche del 5 de agosto, y el personal de guardia aquella noche entre los que me incluyo, a través de los medios de comunicación nos enteramos que se va a repatriar al sacerdote. Avisamos a nuestro inmediato superior (Supervisor de Guardia) el cual desconoce por completo el modo de proceder teniéndose que poner en contacto con el Jefe de Hospital de guardia aquella noche, el cual a su vez desconocía la noticia y comienza a activar el protocolo establecido (recordemos que hasta esa misma noche el paciente iba a ser ingresado en la paz). Siendo el personal de UCI el encargado del recibir al sacerdote no se pone en conocimiento del mismo dicho protocolo.

Fue a la mañana siguiente, 6 de agosto, cuando gracias a dios, alguien advierte del peligro potencial de ingresar al sacerdote en un hospital de las dimensiones de la Paz, y sin las instalaciones adecuadas. Sobre las 14 horas se toma la decisión de que sea llevado a la 6ª planta del Hospital Carlos III dotada de salas de aislamiento con presión negativa. Desde ese mismo instante se comienza a dotar al hospital Carlos III de lo necesario para albergar al paciente. Aquí hay que señalar que dicha planta del hospital estaba cerrada y sin dotación de personal ni equipos pues a mediados de agosto darían comienzo las obras de transformación en una unidad de hospitalización para enfermos crónicos. – Estaremos de acuerdo en que a esto se le llama “IMPROVISAR”.

Así durante toda la tarde del 6 de agosto y a toda prisa personal de ambos hospitales fueron dotando de medios dicha planta. Dándose casos curiosos en los que enfermeras del hospital La Paz transportaban en su propios vehículos material carente en el Carlos III. (Esto sí que es “Marca España”).

Ante la carencia de personal en el Hospital Carlos III por los motivos antes citados, las Direcciones de Ambos hospitales determinan que personal de la UCI de la Paz sea enviado al Carlos III. Y es aquí donde debido a la improvisación y la falta de criterio se comete otra negligencia más enviando a un personal sin formación alguna en Riesgos Biológicos a tratar a un paciente afecto de una de las infecciones más peligrosas conocidas declarada por la OMS a nivel mundial como Emergencia en Salud Publica. (Aquí conviene recordar que existe una unidad específica con formación para tratar estos casos: la Unidad NBQ o la Unidad Militar de Emergencias UME).

Y aquí se comete otra tropelía, Supervisores de enfermería y la propia Dirección de Enfermería de la Paz conocedores de que el personal a su cargo no está bien formado por que no se ha dado formación específica y no se le ha informado de los protocolos a seguir, ni cuál es su función cuando acudan a allí, se le obliga a desplazarse con coacciones y amenazas de perder su puesto de trabajo o abrírsele un expediente disciplinario si se niega a ser enviado al Carlos III.

A día de hoy y a pesar de que estas personas llevan varios días ingresadas, ni la dirección de enfermería ni dirección médica se ha ocupado de organizar simulacros de actuación impartidos por personal competente en las medidas de protección personal para el personal desplazado. Son las mismas enfermeras/os los que una vez allí en el Carlos III se informan de unos a otros como es el proceder y como hay ponerse las medidas de protección. Siendo justos, el personal del Carlos III que aún quedaba allí trabajando, con alguna más formación en estos casos que nosotros, nos intentan adiestrar y tranquilizar en este sentido. Pero esto ocurre allí minutos antes de entrar en la sala del paciente. Como dato curioso, la Guía para la selección y uso de Equipo de Protección Personal en ámbitos de atención médica, consta de 50 páginas. Y la Guía para la Atención de Pacientes con Virus Hemorrágico en los hospitales de EEUU consta de 225 páginas. Ambas del CDC de Atlanta y disponibles en “PDF” para cualquiera en su página web. Aquí no tenemos nada.

Es cierto que el personal muestra sus reticencias a acudir al Carlos III pero nadie se ha negado a tratar a un paciente. Solo advertimos que no hemos sido formados convenientemente y que dadas las características de la enfermedad el riesgo de contagio y posible trasmisión fuera de los muros del Carlos III es una realidad que como profesionales de la sanidad debemos poner en conocimiento de quien sea ya que nuestros superiores directos no nos escuchan. Las preguntas son claras: ¿Por qué se envía personal sin formación? ¡Es incongruente! ¿Por qué la responsabilidad última de evitar la propagación recae en personal sin formación específica? ¿Los americanos harían una cosa así?.

Perdón por este último comentario. Me he prometido a mí mismo no caer en demagogia y ser lo más aséptico posible narrando de forma veraz los hechos.

Por otro lado la selección de este personal se ha hecho de forma arbitraria y sin criterio. Todo el personal de la UCI va a rotar por el Carlos III. Bien, protocolo de la OMS advierten que el personal sanitario o no, debe minimizar el tiempo de exposición en la sala con el enfermo así como reducir lo máximo posible el número de personas que atiendan de forma continuada al paciente. Pues bien si todo el personal de la UCI pasara por allí, ¿No estamos aumentando de forma exponencial el riesgo a una posible trasmisión? No es lógico y contraviene las medidas dictadas por la OMS.

Sigo; Al personal que pasa por allí no se le hace ningún tipo de seguimiento ni medida epidemiológica cautelar. Una vez terminado su turno se marcha alegremente a su casa y al día siguiente, si no te toca volver al Carlos III pues vas a trabajar a la UCI de la Paz con enfermos de diversa etiología en muchas ocasiones Inmunodeprimidos. Es un contrasentido que para subirte a un avión se tomen medidas y controles y yo pueda ir y venir y hacer mi vida normal como si nada. Esto no es coherente.

Para finalizar solo queda por recalcar que en todo este asunto hay mucha improvisación y mucha actitud temeraria por parte de los que de verdad, de verdad… NO van a estar delante del virus mirándole a la cara. Escuchemos a los que están en la primera línea de fuego que algo tendrán que decir.

Le saluda atentamente:

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“El ébola puede salir del hospital Carlos III”, dice la secretaria de la Asociación Madrileña de Enfermería

“Hubiera sido poner en La Paz una bomba de relojería”, explica a cuartopoder.es Amelia Batanero, secretaria de la Asociación Madrileña de Enfermería. “Todo esto tiene que ver con el proceso de privatización de la sanidad pública. Estaban desmantelando el Hospital Carlos III, que sí era un centro de referencia [para enfermedades emergentes y pandemias], pero después de haber eliminado el servicio de rayos, el banco de sangre, y la UVI, tuvieron la suerte de mantener las habitaciones de presión negativa, que estaban a punto de eliminarlas también. En La Paz no existen este tipo de habitaciones, que para aislar estos virus son necesarias. Nos han hecho caso y al final llevan a Pajares al Carlos III. Pero a nosotros los enfermeros, los celadores o a los auxiliares no nos han preparado para afrontar una alerta así. No conocemos ni los protocolos. El ébola puede salir de este hospital”.

http://www.cuartopoder.es/loszapatosdelvagabundo/los-enfermeros-del-carlos-iii-el-ebola-puede-salir-de-este-hospital/3147

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Los Profesionales de la La Paz denunciaron los riesgos del Ébola ante el Juzgado

Los profesionales de La Paz presentaron denuncia el 11 de julio del 2014 ante el juzgado de guardia, exponiendo los riesgos y deficiencias del hospital de La Paz para atender a pacientes con sospecha o enfermedad del ÉBOLA. El desmantelamiento del Hospital Carlos III como referencia para el estudio, investigación y tratamiento de enfermedades infecciosas fue uno de tantos errores de la Consejería de Sanidad de Madrid, directamente relacionados con los recortes y el desmantelamiento de la sanidad publica madrileña. El desmantelamiento y desvío de recursos materiales y económicos hacia una sanidad privada es patente, real e ineficaz y pone en riesgo la salud de los ciudadanos. El tiempo y los hechos dan y darán la razón a la ciudadanía y profesionales que desde hace años llevan denunciando la dirección irresponsable e improvisada de los gestores políticos del PP, así como de sus satélites complacientes, órganos de dirección sanitaria.

Denuncia Juzgado Decano de Madrid

https://www.dropbox.com/s/q6v9hmi251kmksr/Escanear%2006-08-2014%2019.25.pdf

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